Diablo2: La historia de una vida.

Diablo2: La historia de una vida

Han transcurrido 4 años. 4 años desde que mi vida cambió. Había pasado del colegio al Instituto, ya no era un niño… o por lo menos, estaba dejando de serlo en ese periodo. En 2004, me esperaban en silencio nuevos compañeros, nuevos profesores, otro centro… y un mundo nuevo.

Aun recuerdo los primeros días… compañeros del colegio con los que compartía clase en esta nueva etapa se dividían y separaban, y yo sabía que debía de hacer lo mismo. Entonces conocí a Sergio, un nuevo compañero.

Necesito recordar para poder sobrevivir, necesito echar la vista atrás para comprender y ser féliz, y no sé si eso es bueno o malo

Fue la etapa del cambio, como digo… y aun no había terminado de valorar a este nuevo compañero. Por otro lado, Josevi… excompañero del colegio, y hoy día uno de mis mejores amigos.

Todo comenzó en ese año… y es que yo, necesito un buen pasado, para poder tener un buen futuro. Necesito recordar para poder sobrevivir, necesito echar la vista atrás para comprender y ser féliz, y no sé si eso es bueno o malo… pero yo necesito hacerlo.

Los padres de nuestro amigo rechazaron Diablo2 y fue por ello por lo que llegó a mis manos

Nadie me susurró al oído que un día, en un cumpleaños… a un amigo nuestro le regalariamos lo que a mi me cambió la vida. Josevi, que días después de iniciar este nuevo periodo me hablaba de un juego llamado “Diablo II”, lo propuso para que lo compraramos y se lo regalaramos a dicho amigo.


Lo compramos a medias, y llegó el día. Se lo entregamos, y… para nuestra sorpresa, sus padres rechazaron ese juego argumentando que era muy sangriento y no era para nuestra edad.


No dabamos crédito, y tuvimos que llevarnoslo por donde lo hubimos traido. Josevi me dijo que él no quería otro Diablo2, y aquella noche de otoño invierno me propuso para que yo le pagase su parte, y me lo quedase yo. “Verás como te va a gustar”


Así lo hicimos. Comencé a jugar, esa misma noche. Mientras se instalaba, algo me subía por el estómago, como esas mariposas que salen cuando estás enamorado… ¿Era acaso una señal de lo que pasaría después?. Elegí un bárbaro para emprender esta aventura.


Fue días después, cuando invité a Josevi a mi casa. Solíamos jugar a Final Fantasy X en esos tiempos (Otro juego que marcó una gran época), y pese a que él lo había dejado, un día en la fería de Tomelloso hablando con él le propuse ayudarle a seguir adelante. ¿El objetivo? Sinh.


Cuando aquella gélida noche conseguimos matarlo, mientras comíamos palomitas, él me explicó muchas cosas sobre Diablo 2. Aprendí a jugar, pero nada fue igual hasta que me pusieron Internet, y pude jugar On-line con él.


Fue entrar, y mostrarme su imperio y sabiduría. Tenía de todo, y aun podía conseguir más. Su hermano también jugaba, y juntos formaban un equipo insuperable.


Yo me sentía descolgado: era un novato junto a un experto en un mundo en que nunca se descansaba, y jamás se dejaba de aprender. Él cosechaba madurez, y yo quería comenzar a adquirirla.


Ya en vacaciones de Navidad, fue a recoger al Instituto un premio literario que le habían otorgado, y yo le acompañé. Tras esto, se acercaba Nochebuena, y yo quería fingir ante mi hermana que los Reyes me habían traido la Expansión de Diablo2. Me acompaño ese mismo día del premio, a comprar la Expansión, justo en el mismo sitio donde hacía un tiempo, habiamos comprado el fracasado regalo de cumpleaños.


Josevi es una de las personas que mejor me conocen, y sabía que no aguantaría hasta Nochebuena para abrirlo y jugar, y así fue, el precinto del juego vivió poco…

Todo giraba en torno a una espiral, y se creó una burbuja que hoy no sé bien si se ha roto o no.

Sergio venía a casa a menudo a hacer deberes, y solía estar en el ordenador, también jugando de vez en cuando.


Es ahí, cuando tengo una nebulosa que me impide recordar que pasó después.


Lo siguiente que recuerdo, es que Sergio también comenzó a jugar. Mi padre viaja a menudo, y le propuso comprarselo en un centro comercial, ya que por aquí no quedaban.


Él me ha recordado como se lo compró: Primero compró la Expansión, y después mi padre le compró Diablo2. También recuerdo el primer día que cruzó la puerta que le llevaría a Battle.net


Soliamos jugar muy a menudo. Quedar para ir a casa de Sergio y pasar un rato jugando, y riendo era como rozar el cielo con los dedos en esa época. Todo giraba en torno a una espiral, y se creó una burbuja que hoy no sé bien si se ha roto o no.


La parte mas lamentable de todo esto, llegaría en las fallas de 2006, cuando nosotros cursabamos 2º. En un shock de querer tener mas, en la ambición de querer conseguir muchas cosas en un mundo interminable como es Diablo2, caimos en uno de los peores errores: Saquear parte de la cuenta a Josevi.


A su regreso de las fallas, Josevi se dio cuenta y nuestras amistades cayeron en picado, nada prometía ser igual. No sé bien como todo volvió a su sitio, pero gracias a dios, volvimos a ser amigos.

Dejar Diablo2 cuando Sergio comenzaba a ser alguien grande en el juego fue uno de mis mas imperdonables errores.

Ese mismo verano, llegaría algo muy importante. Eramos soñadores y luchadores. Recuerdo noches hasta horas de la madrugada muy elevadas, en que Sergio y yo seguiamos en el Diablo2. No nos cansabamos, y llegar arriba por méritos propios se convirtió en un reto personal.


He de decir, que si alguien menciona Invierno, yo lo asocio al Diablo. A esas noches como aquellas en las que eramos niños felices, orgullosos de ser quienes eramos, y de tenernos los 3 para lo que hiciera falta.


Llegó 3º de la ESO, y Sergio cosechó otro gran Imperio. Aun así, no sé si fue el año en que menos jugué… y el tuvo que luchar solo, y por eso le admiro. Dejar Diablo2 cuando Sergio comenzaba a ser alguien grande en el juego fue uno de mis mas imperdonables errores, pues desaproveché una oportunidad de disfrutar mas con el juego.


Lo siguiente que recuerdo cuando vuelvo a cerrar los ojos, es en este último Invierno, cuando en Navidades yo suspensí Matemáticas. Compaginaba una hora de clases para aprobar, con jugar al Diablo2. Iba veloz a casa para encontrarme con Sergio, y disfrutar como niños… y como siempre.


En este Invierno, muchas cosas cambiaron, incluso los amigos que hasta ahora habían sido intocables, empezaron a dejar de serlo. Empecé a acercarme mas a ellos 2, y a darme cuenta de que había perdido una buena parte de mi vida con personas que prácticamente no tenían nada que aportar a este mundo. Ibamos con frencuencia a una casa de Sergio, una casa abandonada en la que acudiamos a pasar el día, a hablar, y a reir… ahí pasamos una buena parte de nuestro Invierno, y yo además con un Sueño por cumplir…


Aprobamos 4º, y llegó el Verano donde dejamos a un lado el juego, pero nuestras vidas estaban mas juntas aun: pasabamos gran parte del tiempo juntos, y con una idea pendiente: Pasar un día haciendo cosas que durante todo este tiempo habíamos hecho juntos.


Finalmente, la fecha… 2 de Septiembre de 2008, uno de los mejores días de mi vida, donde todo quedó para un precioso recuerdo:

Fuimos a desayunar, a comprar la comida, al cine, a jugar a Ogame,… y al Diablo2.


Ya eramos 4 años mas grandes, pero decidimos quitar esa capa de polvo, y volver a soñar… Eramos 3 hechiceras en donde habitan las arpias, y dejamos prueba de ello:


Ese día decidimos dejar atrás 4 años de historias, de alegrías, tristezas y problemas… Solo queriamos centrarnos en algo: Vivir del pasado, pasar un día sumergidos en las lagunas de los Recuerdos, donde nada importa mas que la nostalgia y ser felices.


… Ese día, no había obstáculos para nada, y allí, en la Casa de Sergio, todo era posible.

Han pasado muchos meses, y muchas cosas… Pero yo necesito mirar atrás para poder seguir hacia delante. A veces el ritmo del mundo no nos permite ver las cosas mas bonitas del mundo… pero yo quiero recordarlas todos los días.


Muchas veces paseo, y cuando un aire fresco me pasa por la cara, y cierro los ojos para evitar que una mota de polvo se meta en mis ojos, me traslado a esos momentos, a todos y cada uno de ellos: El frío me lleva a recordar estas letras:




Es como si piensas en un amigo o familiar que ha fallecido, te das cuenta que por donde tu pasas caminando, él ya nunca va a volver a pasar… pero, ¿Y Diablo2? ¿Ha muerto para siempre? ¿O puede volver una vez mas? Ahora decir “Juguemos” no está del todo bien visto, pero confio en que algún día como aquel 2 de Septiembre, emprendremos una marcha mas en algo que para mi ha marcado y muy profundo mi vida, una vida que hasta lo que llevo vivido, no cambiaría nada… aunque la vida ya nos va a cambiar a nosotros en 2 años…

Asomado por la ventana y cuando el cielo amenazaba lluvias y hacía frío, comencé a recordar todo esto

Ahora, si escribo esto para que alguien lo lea… es porque no sé el motivo, pero estoy muy triste por ese motivo, por la duda de recuperar un recuerdo perdido.


Hace unos días, en clase… asomado por la ventana y cuando el cielo amenazaba lluvias y hacía frío, comencé a recordar todo esto. Una frase se vino a mi cabeza: Y miro por la ventana: Días del frío Invierno, y los 3 en Tristán.


Jamás pensé en que tendría la suficiente capacidad como para explicar al mundo QUÉ es para mi DiabloII, y POR QUÉ es tan importante… pero creo haberlo conseguido, y con la mano en el corazón, y hoy me siento orgulloso pro eso…


Junto a ellos lo es todo… TODO, sin ellos NADA sería igual… Con ellos al fin del mundo, o el abismo donde todo comenzó, hace 4 años.


En los pasillos del Alto Guadiana… nuestras historias susurran en voz baja, recuerdos que siempre flotarán allí.


Saludos


Dedicado a los que han hecho posible que hoy pueda contar una historia tan preciosa como esta.



1 comentarios:

Anónimo 28 de septiembre de 2008 a las 20:58  

Aquí unos de los protagonistas de la historia xD.

Sólo decir que lo has contado tal y como fue en realidad y que me alegro de haber compartido esos momentos contigo y con sergio.

Un saludo a todos!.