Nuestras vidas eran las de unos niños, con menos problemas que ahora. Dependiamos muchisimo de nuestros padres, cuando ahora ya somos algo mas independientes... Estaba claro: el destino nos estaba esperando con impaciencia en un lugar donde nacería todo, donde nuestras trayectorias (tanto personalidad como profesionales) comenzarían.
Estaba claro que comenzariamos una nueva vida, y que nuestros compañeros de colegio, o al menos en su mayoria, se quedarían atrás y no volveriamos a saber de ellos. Ley de vida, diría alguien. Pues si, pero la buena vida comenzaría despues. Nuevos rostros, nuevos profesores, otros examenes, otro mundo, Diablo2, "Los hombres de Paco", la casa de Luís Marín, sentimientos como el amor o la amistad, sonrisas, lágrimas... ¿Quereis que siga?
Todo ello se forjaría en un sitio, SOLO en un sitio... Y está claro, era el Alto Guadiana. En lo que apriori se ve como un Instituto mas al verlo pasar, esas letras negras que cuelgan del edificio marcando su nombre, llevan mucho mas. Nosotros estuvimos dentro de esas letras, vivimos ese sindrome del cambio, y estoy feliz de saber que en el cambio todo fue bien. ¿Cambiar el final? No, gracias. Jamás cambiaría ese sitio, esos compañeros, esas emociones, esos recuerdos, por nada... Todo tenía un principio, y también un final.
Ahora que ya hemos 'salido' de esas letras, fuimos a otro Instituto, a hacer Bachillerato. De nuevo, la fórmula se repite: Nuevos rostros, nuevos profesores... pero algo falla: No entrabamos siendo niños, e indudablemente los compañeros que había dejados en el Alto Guadian se perderían en este mundo, pero muchisimos mas nos quedaban como recuerdos, buenos y malos... otros, como Sergio y Adrián... serían amigos para siempre. Josevi y yo dimos el paso hacia bachillerato; ellos hacia un módulo. Pero seguiriamos juntos, eso estaba claro, y no romperiamos la relaciones.
Yo lo tenía claro: El lugar todo se forjó, fue en ese especial Guadiana, con oleajes turbios, pero tambien suaves, con excursiones, amigos y no tan amigos... pero siempre con la esencia de que cuando fuimos mas niños, tambien fuimos mas felices, y eso... ya nadie podría cambiarlo.
Dedicado a Josevi, amigo mio desde mucho tiempo y gran mentor, que siempre está ahí, para las buenas, y no tan buenas. ¡Gracias! A él, va esta canción que describe perfectamente estos sentimientos:
Estaba claro que comenzariamos una nueva vida, y que nuestros compañeros de colegio, o al menos en su mayoria, se quedarían atrás y no volveriamos a saber de ellos. Ley de vida, diría alguien. Pues si, pero la buena vida comenzaría despues. Nuevos rostros, nuevos profesores, otros examenes, otro mundo, Diablo2, "Los hombres de Paco", la casa de Luís Marín, sentimientos como el amor o la amistad, sonrisas, lágrimas... ¿Quereis que siga?
Todo ello se forjaría en un sitio, SOLO en un sitio... Y está claro, era el Alto Guadiana. En lo que apriori se ve como un Instituto mas al verlo pasar, esas letras negras que cuelgan del edificio marcando su nombre, llevan mucho mas. Nosotros estuvimos dentro de esas letras, vivimos ese sindrome del cambio, y estoy feliz de saber que en el cambio todo fue bien. ¿Cambiar el final? No, gracias. Jamás cambiaría ese sitio, esos compañeros, esas emociones, esos recuerdos, por nada... Todo tenía un principio, y también un final.
Ahora que ya hemos 'salido' de esas letras, fuimos a otro Instituto, a hacer Bachillerato. De nuevo, la fórmula se repite: Nuevos rostros, nuevos profesores... pero algo falla: No entrabamos siendo niños, e indudablemente los compañeros que había dejados en el Alto Guadian se perderían en este mundo, pero muchisimos mas nos quedaban como recuerdos, buenos y malos... otros, como Sergio y Adrián... serían amigos para siempre. Josevi y yo dimos el paso hacia bachillerato; ellos hacia un módulo. Pero seguiriamos juntos, eso estaba claro, y no romperiamos la relaciones.
Yo lo tenía claro: El lugar todo se forjó, fue en ese especial Guadiana, con oleajes turbios, pero tambien suaves, con excursiones, amigos y no tan amigos... pero siempre con la esencia de que cuando fuimos mas niños, tambien fuimos mas felices, y eso... ya nadie podría cambiarlo.
Dedicado a Josevi, amigo mio desde mucho tiempo y gran mentor, que siempre está ahí, para las buenas, y no tan buenas. ¡Gracias! A él, va esta canción que describe perfectamente estos sentimientos:
FRAN PEREA - "UNO MAS UNO SON SIETE"
Un andén de la estación
Bajo el sol abrazador
Tu hablabas de un rasca cielos
Del cielo de Nueva York
Vente pronto a ver el mar
Y tu envía una postal
Yo ya sabía que aquel dia era el final
Ahora tengo mucho más
Rojo o negro par o impar
Al fin la suerte trae un As
Y un cristal para mirar
Y una pared para colgar
Siete caras sonriendo
En una foto de carné
Mis cuentos no hablaban de historias
Echas de casualidad
Nadie me dijo que el destino
Daba esta oprotunidad
1+1 son 7 quien me lo iba a decir
Que era tan facil ser feliz
Cuantos años llevo aqui?
Cuantos me pueden quedar?
Cual es el precio exacto de la felicidad?
Quien se acordará de mi?
Quien te volvera a mirar?
Quien impulsa la manijas de la casualidad?
Una caricia del ayer
Unas posales sin firmar
Aquel disco de los Burning
No son cosas de guardar
Hoy sonrio al recordar
Que soñaras con volar
Desde los banco de madrid
No se puede ver el mar
Mis cuentos no hablaban de historias
Echas de casualidad
Nadie me dijo que el destino
Daba esta oprotunidad
1+1 son 7 quien me lo iba a decir
Que era tan facil ser feliz
Sin una tiempo para mi
Ahora es para los 6
Está saliendo el café
Otra vez comienza el lio
Como cada amanecer
Hay tostadas para 3
Arreglar la habitación
Este cuadro de familia
Se merece una canción
Mis cuentos no hablaban de historias
Echas de casualidad
Nadie me dijo que el destino
Daba esta oprotunidad
1+1 son 7 quien me lo iba a decir
Bajo el sol abrazador
Tu hablabas de un rasca cielos
Del cielo de Nueva York
Vente pronto a ver el mar
Y tu envía una postal
Yo ya sabía que aquel dia era el final
Ahora tengo mucho más
Rojo o negro par o impar
Al fin la suerte trae un As
Y un cristal para mirar
Y una pared para colgar
Siete caras sonriendo
En una foto de carné
Mis cuentos no hablaban de historias
Echas de casualidad
Nadie me dijo que el destino
Daba esta oprotunidad
1+1 son 7 quien me lo iba a decir
Que era tan facil ser feliz
Cuantos años llevo aqui?
Cuantos me pueden quedar?
Cual es el precio exacto de la felicidad?
Quien se acordará de mi?
Quien te volvera a mirar?
Quien impulsa la manijas de la casualidad?
Una caricia del ayer
Unas posales sin firmar
Aquel disco de los Burning
No son cosas de guardar
Hoy sonrio al recordar
Que soñaras con volar
Desde los banco de madrid
No se puede ver el mar
Mis cuentos no hablaban de historias
Echas de casualidad
Nadie me dijo que el destino
Daba esta oprotunidad
1+1 son 7 quien me lo iba a decir
Que era tan facil ser feliz
Sin una tiempo para mi
Ahora es para los 6
Está saliendo el café
Otra vez comienza el lio
Como cada amanecer
Hay tostadas para 3
Arreglar la habitación
Este cuadro de familia
Se merece una canción
Mis cuentos no hablaban de historias
Echas de casualidad
Nadie me dijo que el destino
Daba esta oprotunidad
1+1 son 7 quien me lo iba a decir
Que era tan facil ser feliz...ser feliz

1 comentarios:
Gracias por la dedicatoria, y es verdad que en el alto guadiana se queda una parte de nuestras vidas, pero tambien nos hemos llevado muchas cosas de allí.
Un saludo!
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