ESPECIAL NAVIDAD: 'La Casa de los Sueños'.

Con motivo de mi felicidad ante la llegada de mis aprobados y de la Navidad, sumado a mi promesa hacia Sergio de publicarlo, llegó el tan esperado momento. El de hablar de un lugar. Un lugar en el mundo, el lugar en el mundo en que cambié radicalmente de amigos. Un sitio en que fue el comienzo de muchas, muchas cosas. Josevi, Sergio, y Adri. Una historia que gira en torno a ellos, y que evidentemente, va dedicada a ellos. Por abrirme los brazos y recibirme, por concederme una oportunidad. Vamos pues, a vivir una historia, la historia que comenzó allí, en…

La Casa de los Sueños

Es el olor a lugar cerrado, lo que le caracteriza. Apartada de lo que es nuestro día a día, espera nuestra llegada, la cual se produce en periodos muy desiguales.

La primera vez fui, ocurrió hace unos años. Sergio nos invitaba a pasar allí su cumpleaños, y a quedarnos a dormir, en medio de un frío increíble. La primera vez que estuve allí, fue algo extraño. Jamás pensé que sería el comienzo de mi lugar en el mundo. El futuro no me dio en el hombro y me susurró lo que ocurriría allí, un tiempo después.

Una casa vieja, pero al fin y al cabo, la casa a la que siempre deseo volver. La casa que me regaló muchas cosas. Y es que la segunda fui, fue para volver con una vida cambiada. Una vida que yo decidí cambiar.

Un pasillo, abierto por habitaciones llenas de trastos y polvo, desemboca en el gran salón, la estancia donde hemos solido estar en estas últimas veces, ya que las anteriores estabamos en otra habitación. Después, un gran patio se estiende ante nuestros ojos, cargado de viejos recuerdos que no podemos identificar, porque no pertenecen a nosotros, sino a los antiguos dueños de ese lugar. Allí reposan los palos que utilizamos para calentarnos, y esa es otra de las cosas características del lugar: La recogida de leña. Con un carrito del Mercadona ,así de sencillo (xD).

Dicen que tengo buena memoria para las fechas. Veintitrés de febrero de 2008, Sábado. Durante toda esa semana, los cuatro planeábamos pasar el día en lo que definimos como aquella casa en la que celebramos un cumpleaños de Sergio.

Fuimos a comprar carne para asarla allí. Decidimos alquilar una peli, y opté por “El código Da Vinci”, ya que Josevi no la había visto, en una carrera porque nos cerraban el videoclub. ¿Recuerdas, Josevi?.

Llegamos a la casa. Apenas me acordaba de ella, de cómo era, de ese olor que tanto la caracteriza. Entramos en la pequeña habitación, charlamos, y nos fuimos para volver al día siguiente. Estaba claro: ya nada volvería a ser igual.

Y ahora lo siento. Ese momento en que cargamos todas las cosas en un coche, el coche de quien sea, de camino, cruzando Tomelloso a esa casa, la casa que me dio un concepto mas jugoso de amistad del que yo tenía.
Llegamos, descargamos, y preparamos la comida. Ese olor a tocino, acompañado por migas, esa imagen en mi cabeza de sentirse a bien, y querer que el tiempo se pare, sabiendo que TODO es posible.

Vimos ‘El código Da Vinci’, mientras comiamos. La música de ese comienzo que te estoy contando, la dulce melodía que me invitó amablemente a continuar esta aventura, que aun dura (Y esperemos que dure).

Cuatro comensales frente a una película. Pero fue mucho mas que eso. Fue esa sensación de ver que por fin, iba por el camino correcto, un camino en que esas 3 personas que comían a mis lados, habitaban ese camino por el que pasé, conociendo así una forma mucho mas divertida y emocionante de ver la vida.

Aquel día marcó un antes y un después en mi vida. Me gustaría destacar el pequeño detalle de, en el retorno, cuando dejamos atrás esa casa ya en la madrugada, Adri me prestó el primer capítulo de la colección “Cuarto Milenio”, programa que me encanta y que disfruto viendolo (Antes mas que ahora, para que nos vamos a engañar).

Fue el antes, y el después, como digo. Un intervalo que dejaba claro dos formas muy diferentes de vivir un día a día. Y lo tenía claro: Atrás quedaban ellos. Por los que me quedé en jaque en aquel dichoso campamento, y demás personas que, al caerse ese pañuelo, supe que no era mas que un espejismo, que me habían metido en un camino que no era el mío, sino en el que estaban Josevi, Sergio y Adrián.

Sé que he sido muy cansino a lo largo del final del curso pasado con ir a esa casa. Ya conoceis mas o menos los motivos, y les pido perdón a los tres por mi insistencia, a veces esta especial personalidad o forma de pensar, me juega malas pasadas.

Pero si, volvimos, que fue lo importante. Muchas veces. Muchas veces cruzamos hacia ese lugar en que me sentía mas seguro de muchas cosas, el lugar que el destino me regaló, y que no sería igual si mis antiguos amigos habitarán en los puestos en que están ellos 3.

Pasó mucho tiempo, y después de nuestra graduación, fue la despedida. Volveríamos al terminar el verano, aquel 2 de Septiembre, ese día para recordar, ese día en que valorarmos hacer las cosas mas significativas de estos últimos 4 años, esas cosas que, de algún modo u otro, cambiaron nuestra vida. Agradecimientos a Josevi y Sergio, dicho sea de paso, por aceptar mi idea de pasar ese día tan especial.

Transcurrió un mes, y veinticinco días. Después, volvimos. Ese día fue inolvidable. Yo echaba de menos a la casa, y volver de nuevo a un lugar, y que nada fallara en el plan, fue genial.

Entre migas, Fable (Va por Sergio!), Supersalidos, una de charlas, y un niño con el pijama de rayas. Siempre soñé con un lugar que me hiciese salir de esa rutina, de ese mundo que avanza tan deprisa. Un lugar en que al cruzarlo, tus problemas se queden en la puerta, y a las puertas de unirse a una amistad con la que estoy encantado de tener.

Nunca acepté que mi vida cambiaria por completo, solo en esa ocasión, cuando decidí estar junto a ellos. Y ahora, serán los escenarios de nuestra particular pelí. Un lugar donde una venganza oculta, estará escondida hasta el final. No se trata de hacer una super producción, sino de hacer algo decente… y de poder vivirlo los 4 juntos. Será increíble. Ya lo es, antes de serlo. Porque no es solo eso, lo es todo, el poder sentirme uno mas entre ellos tres, el que me hayan dado tantos buenísimos momentos, la única pega que tengo es: No haberles escogido antes. ¿Y ahora? Mirar para adelante, y, ¿Qué hay mas adelante?. Ella. La casa de los Sueños. La casa que mañana visitaremos de nuevo, con el mismo motivo que me empujó a conocerla: El cumpleaños de Sergio.

La cuestión es volver, volver siempre, al lugar donde, como siempre digo y nunca me cansaré de repetirlo, todo comenzó. Créeme, la experiencia es, ¡Increíble!.
A continuación, algunas canciones que han sonado en la Casa de los Sueños.