En el final, y hasta el final

Ha sido una de las personas que ha cambiado mi vida. Yo no conozco límites de la amistad, pero verdad, creo que llega a mas infinito. Esta tarde he sacado de un cajón el guión que tuve que estudiarme para salir en la Gala de Fin de Curso, en la que yo, junto a 3 personas mas, salía como presentador.

Josevi dio el toque de gracia. Tras mucho intentar convencerle, aceptó, y juntos, en ese momento del adiós, pudimos decir cara al público, nuestro poema "Viejos rumbos", en una despedida con la música de fondo el Canon de Pachebel, música que los Paqueros conocemos por el capítulo "La traca final".

Me alegró ese momento, y esta tarde al recordarlo, me ha hecho sentir bien conmigo mismo. No solo porque quería dar un adios distinto... sino además, porque tenía al lado tenía a Josevi, que leyó conmigo el poema.

Cada vez lo tengo mas claro: Si un momento es bueno, y además, tienes la opción de compartirlo con una persona por la que darías tu vida... está comprobado que las emociones y la felicidad se multiplican por ocho.

Así pues, Viejos Rumbos supuso un adios, de dos personas, de cara al Instituto que, como digo siempre... cambió nuestras vidas para siempre.

Que cada vez que miremos atrás, siempre esten esos rostros que defendemos con uñas y dientes, y queremos, esta vez... con el corazón.